La técnica de los títeres
Los gestos son extremadamente refinados y exigen un largo aprendizaje. El abanico de posibilidades de un marionetista o titiritero es tan amplio como el de un actor.
Al contrario de los guiñoles que se conocen en Europa, en los que en lugar de piernas se utiliza un manguito ; una de las particularidades de estos títeres es que disponen de piernas y de pies.
Esta característica aporta más realismo, lo cual satisface a los dioses y permite establecer el centro de gravedad justo en el centro del guiñol, gracias a lo cual se consigue un gran equilibrio y por lo tanto, unos movimientos acrobáticos muy elaborados, como por ejemplo verdaderos saltos peligrosos y todo tipo de piruetas y acrobacias que recuerdan la proximidad, en China, de las artes del espectáculo con las artes marciales.
Los combates, particularmente espectaculares, utilizan armas como lanzas, sables, masas de armas, los cuales se utilizan con la misma habilidad como si se tratara de un verdadero combate.
Sin embargo, los gestos de los personajes cultivados o de las mujeres son de una fineza exquisita, tan delicados y complejos como los de los actores.
Los títeres pueden sujetar objetos como vasos, teteras o pinceles. Pueden abrir y cerrar abanicos y sombrillas, etc.
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